Es tu bebé, lo miras y sigue siendo tu bebé, aquel chiquitín sonrosad@ y regordete que te miraba desde la cuna con una mezcla de ternura y curiosidad que te llenaba el alma de amor.
Pero de repente un día miras a tu bebé, y ves a un adolescente con cara de pocos amigos, al que le da vergüenza que le acompañes hasta la puerta del colegio y que ha colgado un cartel en la puerta de su habitación que dice NO PASAR en gigantes letras rojas.
Es una etapa que él debe pasar, para poder avanzar, para poder valorar, tú te has encargado de marcar límites e inculcar valores desde que era aquel bebe sonrosado, ahora queda ver como gestiona él esa etapa que, aunque él todavía no lo sepa, determinará en muchos aspectos el resto de su vida.
Él debe madurar solo, tú tienes que mantenerte a distancia, confiando que lo que has sembrado los últimos 12,13 o 15 años va dando su fruto, no alejas la mirada de él , porque sabes que en esa edad es fácil olvidar u obviar los límites y los valores familiares.
El la superará, seguramente con éxito, para ello has trabajado tan duro los últimos años de vuestras vidas, se hará un “adult@ de provecho” a pesar de su etapa de rebeldía, de falta de besos y abrazos, de reclamar su absoluta (absoluta dice…) independencia….
Pero y tu ¿estás preparada para esa etapa ¿ estas preparada para dejarle volar ¿ para confiar en él y mirarle desde una distancia prudencial ¿estás preparada para la primera fase del nido vacío?
Él tiene que aprender a gestionar sus nuevas libertadas, su nueva y recién estrenada “independencia” tú tienes que aprender a vivir sin tu ya vieja dependencia… si él era un bebe absolutamente dependiente de ti hace tan solo dos días!!!
Como ha pasado el tiempo tan rápido ¿ cómo puedo ayudarle ahora desde la “distancia” ¿ sin que sienta que estoy lejos, pero sin que sepa que estoy tan cerca como siempre he estado?
Como convertirme en amiga/confidente sin dejar de ser MAMA?
Puedo ayudarte, juntas podemos buscar la manera de acceder a ese adolescente inaccesible en el que se ha convertido tu bebe, puedo escucharte cuando su falta de autoestima tan típica de esa etapa esté haciendo mella en la tuya propia, puedo acompañarte para que no desfallezcas cuando crees que nadie te entiende porque tu pequeño adolescente está convencido que nadie le entiende a él.
